¿Por qué parece estar relacionada con tantas funciones y enfermedades?
La serotonina es un transmisor del sistema nervioso, es decir, una sustancia química con la cual se comunican las neuronas, por lo que recibe el nombre de neurotransmisor.
Por ejemplo, si la neurona X envía un mensaje a la neurona, lo hace a través de una región especializada de ambas neuronas llamada sinapsis; así, éstas se comunican despachándose un correo químico con moléculas de neurotransmisor.
Aunque a través de la sangre se puede medir la serotonina, dará poca información de lo que ocurre en el cerebro, ya que ambos espacios -el cerebro y el resto del cuerpo- se encuentran separados por la barrera hemato-encefálica, una especie de frontera muy selectiva que no permite el paso de cualquier sustancia al cerebro. Un grupo de sustancias que tiene prohibido entrar a dicha zona, es precisamente el de los neurotransmisores de la periferia, porque el cerebro fabrica los propios y no permite la competencia extranjera , pues tendría un efecto poco específico sobre las señales químicas.
La serotonina se genera a partir del triptófano, un amino ácido esencial aportado mediante la dieta (en alimentos como el maíz, el plátano y las leguminosas), porque no lo fabrica el cuerpo. Una vez producida, la serotonina cerebral tiene un importante desempeño en varios campos; así, modula el funcionamiento de otras neuronas y regula el apetito mediante un freno llamado saciedad y en el cual la serotonina tiene un papel fundamental.
Otras funciones en las que de manera directa o indirecta se ve involucrada la serotonina son: regulación del deseo sexual, mantenimiento de la vigilia, modulación de la ansiedad y de la agresividad, además de contribuir a coordinar la producción de hormonas, una de ellas la melatonina.
La serotonina es un transmisor del sistema nervioso, es decir, una sustancia química con la cual se comunican las neuronas, por lo que recibe el nombre de neurotransmisor.
Por ejemplo, si la neurona X envía un mensaje a la neurona, lo hace a través de una región especializada de ambas neuronas llamada sinapsis; así, éstas se comunican despachándose un correo químico con moléculas de neurotransmisor.
Aunque a través de la sangre se puede medir la serotonina, dará poca información de lo que ocurre en el cerebro, ya que ambos espacios -el cerebro y el resto del cuerpo- se encuentran separados por la barrera hemato-encefálica, una especie de frontera muy selectiva que no permite el paso de cualquier sustancia al cerebro. Un grupo de sustancias que tiene prohibido entrar a dicha zona, es precisamente el de los neurotransmisores de la periferia, porque el cerebro fabrica los propios y no permite la competencia extranjera , pues tendría un efecto poco específico sobre las señales químicas.
La serotonina se genera a partir del triptófano, un amino ácido esencial aportado mediante la dieta (en alimentos como el maíz, el plátano y las leguminosas), porque no lo fabrica el cuerpo. Una vez producida, la serotonina cerebral tiene un importante desempeño en varios campos; así, modula el funcionamiento de otras neuronas y regula el apetito mediante un freno llamado saciedad y en el cual la serotonina tiene un papel fundamental.
Otras funciones en las que de manera directa o indirecta se ve involucrada la serotonina son: regulación del deseo sexual, mantenimiento de la vigilia, modulación de la ansiedad y de la agresividad, además de contribuir a coordinar la producción de hormonas, una de ellas la melatonina.
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