El 21 de septiembre se celebró el Día Mundial del Alzheimer. Una enfermedad que puede borrar toda una vida en la mente de su protagonista sin previo aviso y sin permiso, convirtiendo la escena familiar en un vodevil sin guión al que hay que dotar de un hoy y un mañana y al que le faltará, por siempre, un ayer.
Pero los científicos no cesan en su empeño por seguir abriendo puertas.
La doctora Ana Adan, miembro del Grupo de Investigación Consolidado de Neuropsicología de la Universidad de Barcelona y profesora titular del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de ese centro, asegura que la señal de alerta ante un posible diagnóstico de Alzheimer son “los olvidos recientes de aspectos cotidianos que se vuelven recurrentes. No son olvidos puntuales”.
A pesar de las numerosas investigaciones que se están llevando a cabo sobre esta patología y sobre otras demencias, aún no se conocen todas las causas que la originan. Aunque, tal y como asevera la doctora Adan, “tenemos muchos elementos conocidos ya, como la actuación de las proteínas sobre las neuronas o sobre las partes del cerebro que resultan más dañadas, pero no sabemos cómo frenar la enfermedad. No podemos parar ni revertir el deterioro que se produce, pero sí hemos conseguido ralentizar ese deterioro”. Si la detección es muy precoz, la pérdida aún no sería muy cuantiosa “y las deficiencias para el paciente, con el abordaje adecuado, serían mínimas”.Factores protectores más importantes La doctora Adan resuelve que algunos de los factores preventivos más importantes frente al Alzheimer sí están en nuestras manos, al margen de otros determinantes genéticos o ambientales de la enfermedad. Para ella, es esencial contemplar la relevancia de “las relaciones sociales activas y de mantener una actividad cognitiva a lo largo de toda la vida”.
Otro factor que se debe tener en cuenta lo conforman los hábitos vinculados a la alimentación.
Así, Adan propone revalorar la dieta mediterránea, “por lo que tienen de elemento preventivo el aceite de oliva, la fruta, la verdura y el pescado. Estos alimentos aportan ácidos grasos omega 3 que tienen efectos neuroprotectores”.
Para ingerir la cantidad de omega 3 necesaria para el organismo, habría que comer cada día entre 300 y 400 gramos de pescado azul. “Como esto es muy difícil de llevar a cabo, creo que estaría bien incluir un aporte adicional de estos ácidos, a modo de complemento dietético” ya que, afirma la experta, “son unos potentes protectores cardiovasculares y protectores de las neuronas”. Además, añade que “a partir de los 50 años, sus beneficios cognitivos son muy importantes porque ayudan a frenar la muerte de las neuronas más vulnerables”.
Ana Adan ha participado recientemente en el Estudio Performance para comprobar cuál es el papel de la cafeína sobre la actividad cognitiva. Concluye que “las personas que consumen cafeína en términos moderados, es decir, entre dos y cuatros dosis diarias, consiguen una mayor estimulación del sistema nervioso y una mayor incentivación del trabajo neuronal”. Abordaje Crono-BiológicoSe trata, tal vez, de las investigaciones más novedosas que los científicos españoles están desarrollando hoy en día. Ana Adan, que es una de sus máximas exponentes, considera que la Crono-biología puede desvelar muchos interrogantes y ayudar a enfrentar un buen número de patologías.En este contexto, el equipo de Adan considera que la melatonina juega un papel significativo como regulador de la actividad diaria del organismo. Esta hormona, que “fabricamos a diario, es la señal de oscuridad del cuerpo”, afirma Adan, la encargada de facilitar un sueño profundo y una actividad cognitiva correcta cada día. Es decir, regula la fisiología circadiana, los ritmos biológicos e incide en numerosos procesos celulares, neuroendocrinos y neurofisiológicos. En estudios recientes, añade esta experta, “se ha comprobado que en los mayores que sufren algún tipo de demencia, se produce una reducción muy notable en la cantidad de Melatonina que generan”. Por consiguiente, duermen peor y, por ende, “la vigilia no será tan activa y se mermarán también las funciones cognitivas”. Cuando se reduce la creación de melatonina, la doctora considera como opción adecuada “tomarla en forma de complemento. Es decir, ingerirla por la noche, unas dos horas antes de ir a dormir. La dosis recomendada es entre 3 y 5 miligramos”. Insiste en que, cuando una persona mayor muestre problemas para conciliar el sueño, “el médico debería pensar en probar primero con la melatonina antes que con otros hipnóticos de los que se prescriben habitualmente”. La melatonina es, para esta investigadora, “el mayor antioxidante que existe” y reconoce que ya empieza a ser habitual que los profesionales sanitarios la prescriban. Eso sí, Adan aclara que “la mejor es la melatonina artificial, puesto que la que se vende como natural es de caballo o de vaca”. Esta hormona está aprobada, desde 2007, por la Agencia Española del Medicamento. La fuerza de la luzDesde el abordaje Crono-biológico, y en relación muy directa con el poder de la melatonina, la doctora Adan considera que otro de los factores preventivos, y en algunos casos de tratamiento, más importante para los enfermos de Alzheimer es la luz. “Pero hablamos de una luz de espectro total que se administra a través de una lámpara especial y que debe tener una potencia de 10.000 lux, el equivalente a la intensidad de la luz que existe 45 minutos después de amanecer”. La doctora Adan especifica que esta luz, con la que hoy en día se ayuda por ejemplo a tratar el síndrome del anochecer de los enfermos de Alzheimer, no es dañina para la piel. Algunas investigaciones han concluido que, en problemas de dependencia, “cuando la melatonina no trabaja, aplicar esta luz de espectro total durante entre media hora y una hora al día, ayuda a preservar la actividad circadiana y a prevenir las pérdidas que genera el envejecimiento”. La luz terapéutica ya se fabrica en nuestro país (www.yanche.com).
La prevención pasa por...•Mantener hábitos intelectuales que permitan activar las capacidades cognitivas.
Poner en valor la dieta mediterránea como proveedora de ácidos grasos omega 3, con efectos neuroprotectores. •Contar con la melatonina, hormona antioxidante que puede ayudar a reducir la muerte neuronal. •Revalorizar el poder de la luz cada día.
Fuente: www.gestionresidencial.com
Pero los científicos no cesan en su empeño por seguir abriendo puertas.
La doctora Ana Adan, miembro del Grupo de Investigación Consolidado de Neuropsicología de la Universidad de Barcelona y profesora titular del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de ese centro, asegura que la señal de alerta ante un posible diagnóstico de Alzheimer son “los olvidos recientes de aspectos cotidianos que se vuelven recurrentes. No son olvidos puntuales”.
A pesar de las numerosas investigaciones que se están llevando a cabo sobre esta patología y sobre otras demencias, aún no se conocen todas las causas que la originan. Aunque, tal y como asevera la doctora Adan, “tenemos muchos elementos conocidos ya, como la actuación de las proteínas sobre las neuronas o sobre las partes del cerebro que resultan más dañadas, pero no sabemos cómo frenar la enfermedad. No podemos parar ni revertir el deterioro que se produce, pero sí hemos conseguido ralentizar ese deterioro”. Si la detección es muy precoz, la pérdida aún no sería muy cuantiosa “y las deficiencias para el paciente, con el abordaje adecuado, serían mínimas”.Factores protectores más importantes La doctora Adan resuelve que algunos de los factores preventivos más importantes frente al Alzheimer sí están en nuestras manos, al margen de otros determinantes genéticos o ambientales de la enfermedad. Para ella, es esencial contemplar la relevancia de “las relaciones sociales activas y de mantener una actividad cognitiva a lo largo de toda la vida”.
Otro factor que se debe tener en cuenta lo conforman los hábitos vinculados a la alimentación.
Así, Adan propone revalorar la dieta mediterránea, “por lo que tienen de elemento preventivo el aceite de oliva, la fruta, la verdura y el pescado. Estos alimentos aportan ácidos grasos omega 3 que tienen efectos neuroprotectores”.
Para ingerir la cantidad de omega 3 necesaria para el organismo, habría que comer cada día entre 300 y 400 gramos de pescado azul. “Como esto es muy difícil de llevar a cabo, creo que estaría bien incluir un aporte adicional de estos ácidos, a modo de complemento dietético” ya que, afirma la experta, “son unos potentes protectores cardiovasculares y protectores de las neuronas”. Además, añade que “a partir de los 50 años, sus beneficios cognitivos son muy importantes porque ayudan a frenar la muerte de las neuronas más vulnerables”.
Ana Adan ha participado recientemente en el Estudio Performance para comprobar cuál es el papel de la cafeína sobre la actividad cognitiva. Concluye que “las personas que consumen cafeína en términos moderados, es decir, entre dos y cuatros dosis diarias, consiguen una mayor estimulación del sistema nervioso y una mayor incentivación del trabajo neuronal”. Abordaje Crono-BiológicoSe trata, tal vez, de las investigaciones más novedosas que los científicos españoles están desarrollando hoy en día. Ana Adan, que es una de sus máximas exponentes, considera que la Crono-biología puede desvelar muchos interrogantes y ayudar a enfrentar un buen número de patologías.En este contexto, el equipo de Adan considera que la melatonina juega un papel significativo como regulador de la actividad diaria del organismo. Esta hormona, que “fabricamos a diario, es la señal de oscuridad del cuerpo”, afirma Adan, la encargada de facilitar un sueño profundo y una actividad cognitiva correcta cada día. Es decir, regula la fisiología circadiana, los ritmos biológicos e incide en numerosos procesos celulares, neuroendocrinos y neurofisiológicos. En estudios recientes, añade esta experta, “se ha comprobado que en los mayores que sufren algún tipo de demencia, se produce una reducción muy notable en la cantidad de Melatonina que generan”. Por consiguiente, duermen peor y, por ende, “la vigilia no será tan activa y se mermarán también las funciones cognitivas”. Cuando se reduce la creación de melatonina, la doctora considera como opción adecuada “tomarla en forma de complemento. Es decir, ingerirla por la noche, unas dos horas antes de ir a dormir. La dosis recomendada es entre 3 y 5 miligramos”. Insiste en que, cuando una persona mayor muestre problemas para conciliar el sueño, “el médico debería pensar en probar primero con la melatonina antes que con otros hipnóticos de los que se prescriben habitualmente”. La melatonina es, para esta investigadora, “el mayor antioxidante que existe” y reconoce que ya empieza a ser habitual que los profesionales sanitarios la prescriban. Eso sí, Adan aclara que “la mejor es la melatonina artificial, puesto que la que se vende como natural es de caballo o de vaca”. Esta hormona está aprobada, desde 2007, por la Agencia Española del Medicamento. La fuerza de la luzDesde el abordaje Crono-biológico, y en relación muy directa con el poder de la melatonina, la doctora Adan considera que otro de los factores preventivos, y en algunos casos de tratamiento, más importante para los enfermos de Alzheimer es la luz. “Pero hablamos de una luz de espectro total que se administra a través de una lámpara especial y que debe tener una potencia de 10.000 lux, el equivalente a la intensidad de la luz que existe 45 minutos después de amanecer”. La doctora Adan especifica que esta luz, con la que hoy en día se ayuda por ejemplo a tratar el síndrome del anochecer de los enfermos de Alzheimer, no es dañina para la piel. Algunas investigaciones han concluido que, en problemas de dependencia, “cuando la melatonina no trabaja, aplicar esta luz de espectro total durante entre media hora y una hora al día, ayuda a preservar la actividad circadiana y a prevenir las pérdidas que genera el envejecimiento”. La luz terapéutica ya se fabrica en nuestro país (www.yanche.com).
La prevención pasa por...•Mantener hábitos intelectuales que permitan activar las capacidades cognitivas.
Poner en valor la dieta mediterránea como proveedora de ácidos grasos omega 3, con efectos neuroprotectores. •Contar con la melatonina, hormona antioxidante que puede ayudar a reducir la muerte neuronal. •Revalorizar el poder de la luz cada día.
Fuente: www.gestionresidencial.com
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