lunes, 5 de octubre de 2009

HIPERTENSIÓN ARTERIAL



El aumento de la presión arterial (también llamado hipertensión arterial), es una seria enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.


La presión arterial es una medición de la fuerza que la sangre ejerce a las paredes de las arterias según fluya a través de ellas.


Es normal que la presión aumente cuando hay presiones, ansiedad o estrés.


Pero si la presión sanguínea está constantemente alta, más de lo normal al reposo, entonces se le conoce como hipertensión.

CausasCualquier persona puede tener la presión alta, pero algunas personas tienen más probabilidad de tener hipertensión.


Afroamericanos
Personas mayores de 55 años
Personas con antecedentes familiares de hipertensión arterial
Tener sobrepeso
Consumir alimentos ricos en sal
NO hacer ejercicio regular
Tabaquismo
Consumo excesivo de alcohol

Signos y síntomasLa mayoría de personas con presión alta no tienen síntomas. Las personas con hipertensión grave o un aumento rápido en la presión arterial pueden presentar dolor de cabeza, visión borrosa o desvanecimientos.


Diagnóstico



Como la mayoría de personas con hipertensión arterial no tienen síntomas, son diagnosticados al momento de evaluar su presión sanguínea cuando van a consulta por otras causas. ç


Es por eso que todas las personas deben tener una evaluación regular de su estado de salud, especialmente los mayores de 50 años.


Es preciso que se vuelva a medir la presión sanguínea durante varias semanas para determinar el tratamiento.


El médico también puede solicitar algunas otras pruebas para ver si la presión sanguínea alta ha afectado otras partes del cuerpo.

Esto puede incluir:
Pruebas de orina (presencia de proteínas en la orina para determinar alguna alteración renal)


Pruebas de sangre, para evaluar los niveles de colesterol y de azúcar en sangre.
Electrocardiograma, que registra los cambios eléctricos en el corazón.
Tratamiento

Es primordial la monitorización regular de la presión sanguínea.

Las bases del tratamiento se sustentan en:
Cambios en el estilo de vida: dejar de fumar, alimentación balanceada baja en grasas, baja en sal y rica en frutas y vegetales, actividad física regular, no consumir bebidas alcohólicas, control de peso.
Medicamentos: si a pesar de estos cambios en el estilo de vida el control de la presión sanguínea no mejora, el médico le recomendará algunos medicamentos: fármacos que favorecen la relajación de las paredes de las arterias (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina), aquellos que ayudan a que se ensanche nuestra arteria (vasodilatación) –bloqueadores de los canales del calcio-. Diuréticos: Ayudan a desechar más agua y sales de nuestro organismo. Otros medicamentos ayudan a reducir el esfuerzo del corazón y a disminuir la frecuencia del pulso.
El tratamiento con medicamentos dependerá de ciertos factores, que incluyen la edad, el grupo étnico hasta encontrar el mejor tratamiento para usted, equilibrando los beneficios y los efectos colaterales.


Exámenes de hipertensión


Antes de iniciar un tratamiento para presión sanguínea alta se recomiendan pruebas de laboratorio rutinarias para identificar lesiones de órganos o tejidos u otros factores de riesgo.

Entre estas pruebas de laboratorio están: análisis de orina, conteo de células sanguíneas, química sanguínea (potasio, sodio, creatinina, glucosa en ayunas, colesterol total y colesterol de proteína de alta densidad y un ECG (electrocardiograma).

El medico puede recomendar pruebas adicionales con base en la condición del enfermo.

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